Cómo elaborar croissants
Cómo elaborar croissants
Hoy quiero compartir con vosotros una receta que hemos preparado en clase y que ha resultado absolutamente deliciosa: el croissant. Este clásico de la bollería francesa, con su masa hojaldrada y su textura ligera y crujiente, es el rey de los desayunos y meriendas. Pero no solo se limita a los croissants, ya que con esta misma masa también podéis elaborar otras delicias como las napolitanas, añadiendo distintos rellenos para sorprender con variedad.
Es importante destacar que esta receta la hemos realizado en un entorno profesional, utilizando una amasadora industrial y hornos de gran capacidad, lo que facilita el trabajo con cantidades más grandes de masa. Sin embargo, para adaptarla a un entorno doméstico, os recomiendo ajustar las cantidades mediante una simple regla de tres, para que la preparación sea más manejable y práctica en casa. Aunque trabajar con masa hojaldrada requiere paciencia y precisión, es perfectamente posible lograr resultados espectaculares en vuestra propia cocina con un poco de organización y tiempo.
Además, al adaptar la receta para hacerla en casa, tendréis la oportunidad de perfeccionar las técnicas básicas del hojaldrado, como los pliegues de la masa y el reposo entre cada vuelta. Estos pasos son clave para conseguir ese característico laminado que hace que los croissants queden tan ligeros y esponjosos por dentro, mientras mantienen una capa exterior crujiente. Con los ingredientes adecuados y un poco de práctica, podréis disfrutar de unos croissants caseros que nada tienen que envidiar a los de la mejor pastelería. ¡Manos a la masa!
Ingredientes;
4 kg harina 220w (de fuerza)
2000 ml de agua
40 gramos de levadura deshidratada
320 gramos de azúcar
60 gramos de sal
24 gramos de mejorante
62 gramos de margarina especial hojaldre/ 250 gramos de plaston
Introducimos en la amasadora los sólidos (harina, sal, azúcar y el mejorante), ponemos en marcha la amasadora y aireamos los ingredientes.
Poco a poco añadimos el agua mientras la amasadora sigue en marcha.
Por último, añadimos la levadura deshidratada.
La duración del amasado es de unos 25 minutos.
Espolvoreamos un poco de harina en la mesa, retiramos la masa de la amasadora y la trabajamos en la mesa, pero apenas.
La dejamos reposar en bloque para que se relaje durante 10 minutos, la cubrimos con un paño y esperamos.
Cuando haya pasado este tiempo, dividimos en porciones de 250 gramos.
Boleamos y heñimos las porciones.
Dejamos reposar las porciones cubiertas con un paño durante unos minutos.
Con un rodillo, estiramos 4 lados de la masa, dejando el del centro más gordito que el resto.
Se coloca en el centro la porción de margarina, y cerramos como si fuese un paquetito.
Primero solapamos la parte de arriba hacia abajo, llegando a cubrir la porción de margarina. Luego de abajo hacia arriba igual y luego los lados.
Una vez esté cubierta la margarina y hayamos formado un paquetito, si la margarina está extremadamente dura dejaremos la masa tapada con un paño hasta que esté más manejable.
Se debe estirar la masa con un rodillo dándole forma de rectángulo, sin que la margarina se salga ni la masa se desgarre.
Se deja un grosor de 5 mm y se le da una vuelta sencilla.
Vuelta sencilla es, doblar los dos lados hacia la zona de la mitad del total del largo de la masa, como en la foto.
Le tenemos que dar tres vueltas sencillas, las dos primeras vueltas se debe dejar la masa con un grosor de 5 mm, la tercera y última vuelta se dejan 3 mm.
Entre vuelta y vuelta dejar un reposo en cámara de 15 minutos.
En clase, lo que hicimos fue darle una o dos vueltas, y dejamos fermentar en cámara refrigerada a 3º durante 24 horas. De este modo las grasas se solidifican.
Al día siguiente le dimos la ultima vuelta y ya formamos el croissant.
Una vez hechas las vueltas, estiramos la masa formando de nuevo un rectángulo.
Cortamos triángulos de 14 cm de ancho y 7 de alto, estiramos con la mano con mucho cuidado un poco la masa, sobretodo la zona de la lengua.
Le hacemos un pequeño corte y empezamos a enrollar, de forma apretadita que no quede fofa la masa.
La zona de la punta, la llamada lengua debe quedar en la parte de abajo escondida.
Hacemos forma de cuerno, les hacemos un pequeño corte en la punta de los bracitos.
Pintamos con huevo y dejamos fermentar en una fermentadora hasta que doblen de tamaño.
Por último, espolvoreamos azúcar granillo y se hornea a 180º durante 5-10 minutos en horno de convección.
Este horno es el más semejante al que solemos tener en casa, cuando veamos que están dorados y no pesan, ya están listos!
Bueno, espero que os haya gustado. Ajustad las medidas y a elaborar croissants!!
Xisca
como apetecen!! pero tengo una duda (para no variar mi vida)
¿qué es levadura deshidratada? yo conozco la fresca y la química de repostería
y otra cosita ¿qué es mejorante?
gracias!!