Salmón en croûte con arándanos
En el siguiente post vamos a aprender a preparar salmón en croûte con arándanos, una forma de cocinarlo diferente pero muy deliciosa.
Salmón en croûte con arándanos
El salmón es uno de mis pescados favoritos, tiene un sabor muy característico y es rico en ácidos grasos omega-3.
Me encanta tomarlo tal cuál a la plancha con un chorrito de aceite de oliva y una pizca de sal gorda, aunque también me chifla crudo en sashimi acompañado de soja.
En el blog encontrarás recetas con salmón como estas patatas rellenas de salmón o estos falsos maki de salmón con mostaza, que te invito a probar porque están deliciosas y son muy originales.
Esta receta de salmón en croûte o también llamado salmón en costra, es muy sencilla de preparar. Croûte (pronunciado Kroot) es un término francés que significa corteza.
En Croûte es un tipo de elaboración, se envuelve la carne o el pescado junto al relleno en hojaldre o pasta brisa y se hornea, quedando la superfície crujiente y el interior jugoso.
Yo he rellenado el salmón en croûte con arándanos y queso, pero también puedes rellenarlo con espinacas, espárragos o con la verdura que más te guste.
El tiempo de cocción en el horno también dependerá del grosor del lomo de salmón, aunque 20-30 minutos deberían de ser suficientes para que el salmón nos quedara jugoso y al punto.
Ingredientes
Elaboración del Salmón en croûte con arándanos
-Hidrata los arándanos con agua caliente durante 5 minutos, luego escúrrelos y resérvalos.
-Enharina la mesa, y con un rodillo extiende la masa de hojaldre.
-Coloca el lomo de salmón limpio, sin grasa, sin espinas y sin piel justo en el centro. Añádele encima un poco de sal y pimienta.
-Encima del salmón añade el queso y por encima los arándanos.
-Envuelve con la masa de hojaldre todo el salmón, quedando como un paquetito.
-Pinta con huevo batido y hornea a 180º C durante 20-30 minutos. Hasta que quede una capa dorada y crujiente en la superficie, y en su interior el salmón esté jugoso y tierno.
Conservación del salmón croûte con arándanos
El hojaldre se debe consumir en el momento de hornearlo porque está crujiente y es esa la textura que buscamos.
Si lo consumes al día siguiente o lo recalientas, quedará blando y perderá toda su gracia.
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