Flan de clementina: Un postre fácil de invierno
Si buscas un postre fácil y sencillo de preparar, pero con un toque especial, el flan de clementina es la elección perfecta. Aprovecha la fruta de temporada para darle un giro cítrico y refrescante a un clásico que nunca falla.
Este postre, además de ser delicioso, es ideal para quienes quieren sorprender con algo diferente, pero sin complicarse demasiado en la cocina.
¿Qué es la clementina?
La clementina es el resultado de una hibridación entre la mandarina y la naranja. Específicamente:
- Es un híbrido entre el mandarino (Citrus reticulata) y el naranjo (Citrus sinensis).
- Inicialmente se pensaba que era un cruce entre mandarina y naranja amarga, pero estudios genéticos recientes han confirmado que proviene de la mandarina y la naranja dulce
Independientemente de su origen exacto, la clementina se ha convertido en uno de los cítricos más apreciados por su sabor dulce y equilibrado, además de su facilidad para pelarse y su ausencia de semillas.
Desde un punto de vista botánico, la clementina pertenece a los hesperidios, un tipo de baya modificada con una cáscara resistente y carne jugosa dividida en gajos. Su piel brillante de color naranja intenso y su pequeño tamaño la hacen fácilmente reconocible. Además, es una fruta muy versátil en la cocina, utilizada tanto en recetas dulces como saladas.
Diferencias sutiles
Aunque son una variedad de mandarina, las clementinas tienen algunas características distintivas:
- Suelen ser más pequeñas que otras mandarinas.
- Tienen una piel más fina y fácil de pelar.
- No tienen semillas, a diferencia de muchas otras variedades de mandarinas.
- Su temporada de cosecha es ligeramente diferente, generalmente comenzando más tarde que otras mandarinas.
Flan de clementina
Ingredientes
- 300 ml zumo de clementina
- 300 ml nata líquida 35% MG
- 200 gramos azúcar (para el caramelo)
- 3 unidades huevos enteros
- 3 unidades yema de huevo
- 1 punta canela en rama
- 100 gramos azúcar
Elaboración paso a paso
- Carameliza los 200 gramos de azúcar con medio vaso de agua. Cubre la base de los moldes con el caramelo obtenido.
- Hidrata las hojas de gelatina con agua fría. Escúrrelas bien con las manos antes de utilizarlas.
- En un bol aparte mezcla los huevos, las yemas y el azúcar.
- Calienta la nata con la punta de canela, cuando esté apunto de hervir, cola la nata y pásala al bol de los huevos.
- Incorpora las hojas de gelatina y el zumo de clementina.
- Cola la mezcla y añádela a los moldes con el caramelo.
- Hornea al baño maría a 140ºC, hasta que los flanes cuajen del todo. Evita que el agua del baño maría hierva, esto provoca que los flanes salgan con agujeros.
- Deja enfriar y desmolda, o conserva en nevera sin desmoldar hasta el momento de servir.
Propiedades nutricionales de la clementina
La clementina no solo es deliciosa, sino también altamente nutritiva.
Por cada 100 gramos, aporta:
- 47 calorías, ideal para quienes buscan opciones ligeras.
- 1,7 gramos de fibra, que favorecen el tránsito intestinal.
- 48,8 mg de vitamina C, esencial para fortalecer el sistema inmunológico.
- Minerales como potasio (177 mg), que ayuda a la recuperación muscular, y calcio (30 mg), importante para la salud ósea.
- Ácido fólico (24 μg), especialmente beneficioso para mujeres embarazadas3.
Gracias a estas propiedades, consumir clementinas regularmente puede ayudar a reforzar las defensas del cuerpo, mejorar la digestión, controlar el colesterol y desintoxicar el organismo. Además, su contenido en antioxidantes combate los radicales libres, contribuyendo a prevenir el envejecimiento celular.
La clementina en la gastronomía
En la cocina, las clementinas son muy valoradas por su equilibrio entre dulzura y acidez. Este perfil de sabor las convierte en un ingrediente ideal para múltiples preparaciones:
Las clementinas son excelentes para crear salsas y aderezos innovadores:
- Salsa de clementina y soja: Una combinación perfecta para acompañar carnes como el solomillo. Esta salsa fusiona el dulzor de la clementina con el umami de la soja, creando un equilibrio de sabores1.
- Vinagretas cítricas: El jugo de clementina puede reemplazar parte del vinagre en vinagretas, aportando un toque dulce y fresco a las ensaladas.
- Salsas para carnes: Una reducción de clementina con especias como la canela puede ser una excelente salsa para carnes fuertes como el magret de pato o el solomillo.
Pueden incorporarse en diversos platos principales:
- Marinadas: El jugo de clementina, al ser cítrico, es excelente para marinar carnes y pescados, ablandando las fibras y aportando sabor.
- Guarniciones: Los gajos de clementina pueden usarse como parte de guarniciones para carnes, aportando un contraste dulce y fresco.
- Platos asiáticos: Muchas recetas de cocina asiática incorporan cítricos como la clementina para dar un toque dulce y ácido a sus platos.
Aportan frescura y dulzor a las ensaladas:
- Ensalada de invierno: Combina endivias o achicoria con gajos de clementina para una ensalada refrescante.
- Ensaladas con frutas: Los gajos de clementina se mezclan bien con otras frutas y verduras, creando contrastes interesantes de sabores y texturas.
La clementina, con su perfil de sabor único, se ha ganado un lugar destacado en la cocina moderna. Su versatilidad permite a los chefs y cocineros caseros experimentar con nuevas combinaciones, elevando platos tradicionales y creando innovaciones culinarias. Ya sea en salsas sofisticadas, ensaladas frescas o postres elaborados, la clementina aporta un toque de frescura y complejidad a cualquier plato.
Foto principal de Karolina Kołodziejczak