¿Cuánto sabes sobre el té?

Esta bebida milenaria, con multitud de variedades, es la más consumida del mundo. Pero tan importante como el tipo de té que elijamos (podemos elegir entre blanco, negro, verde y rojo) es el modo de preparación.

Sigue leyendo para descubrir todo lo que necesitas saber del té y la mejor manera de prepararlo, que no es otra que con las teteras de hierro.

Un origen de leyenda

Aunque parece claro que las primeras tazas de té fueron servidas en Asia, existen diferentes leyendas que intentan explicar y atribuirse su origen.

En China se cuenta que fue el emperador Shen Nung su descubridor, tras probar el agua hirviendo sobre la que se habían posado unas hojas de algunas plantas cercanas.

En Japón también existe una leyenda que reivindica su origen: al parecer, un Príncipe atravesó una etapa de su vida en la que se dedicó a peregrinar durante tres años y a reflexionar sobre sus excesos con las mujeres. Atormentado por las pesadillas que le acechaban, se decidió a no volver a dormir jamás. Cosa que no consiguió hasta que fortuitamente encontró una plata de té y tras mascar sus hojas obtuvo el vigor necesario para no volver a pegar ojo.

Los indios, por su parte, tienen su propia versión también muy similar, ya que cuenta la historia del príncipe Bodhi Darma, quien tras otro peregrinaje y algunos problemas de salud, recuperó la vitalidad al preparar un infusión con unas misteriosas hojas, siguiendo los consejos de unos sabios locales.

Todas estas historias son las que han dotado al té con un aura misteriosa y casi mágica desde sus orígenes. Conceptos que se vieron reforzados al convertirse en una de las bebidas preferidas entre la nobleza Europea. Primero al importar los portugueses los primeros cargamentos de té, gracias a las expediciones de Vasco de Gama, quien estableció rutas comerciales entre Europa y el lejano Oriente.

Posteriormente, con el matrimonio entre Catalina de Bragança y Carlos II. La princesa portuguesa no dudó un segundo en mantener sus costumbres en las Islas Británicas, y el resto de la nobleza rápidamente introdujo la ceremonia del té en su rutina diaria. El resto es historia.

Así pues, como decíamos, tan importante como el origen y las variedades es la preparación. El té es una bebida que debe tomarse tranquilamente. Y del mismo modo debe prepararse.

Una tetera de hierro de buena calidad, además de ser un complemento decorativo excelente para tu cocina, te ayudará a mantener el agua caliente durante más tiempo que otras fabricadas con cerámica o porcelana. Aunque recuerda que no debes dejar la tetera preparada durante muchas horas, puesto que el té acabará fermentando.

Por último, aunque no menos importante, debemos también considerar su sostenibilidad. Al utilizar una tetera de hierro, evitaremos generar constantemente residuos como ocurre con los té que se comercializan en paquetes o sobres monodosis. Se trata de pequeños gestos que contribuyen a reducir nuestro impacto sobre el medio ambiente y permiten conservar mejor el planeta.

Si te ha parecido interesante conocer el origen del té…

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