Tostas de pesto de calabacín y huevo revuelto

Las tostadas o tostas son perfectas. Son sencillas de preparar, prácticas, rápidas y son adaptables a lo que tengas en la nevera, a tus gustos y antojos. Hoy te traigo unas tostas de pesto de calabacín y huevo revuelto que te van a encantar, no has probado cosa igual.

Estas tostas son perfectas tanto para comer como para cenar. Son pura explosión de sabor y textura en la boca.

Si quieres preparar la receta de pesto que he utilizado en estas tostadas, entra en el siguiente enlace donde explico el paso a paso: pesto de calabacín asado. Sólo necesitarás 4 ingredientes. Es muy fácil de preparar y puedes triturarlo en un procesador o en una turmix. Respecto a la conservación, si te sobra bastante cantidad guárdala en un tarro de cristal. Asegúrate que quede cubierta de aceite para evitar que se seque y consérvala en nevera máximo una semana. Si vas a tardar más en consumirla, puedes congelarla.

Puedes adaptar las tostas a tu gusto, aunque te aseguro que la mezcla de pesto de calabacín con huevo revuelto es todo un éxito.

Otro de los ingredientes importantes a tener en cuenta cuando preparas unas tostas es el pan. Parece que no, pero que sea de calidad y saludable mejorará aún el sabor de las tostas y la digestión de ellas. Yo suelo utilizar multicereales, centeno o integral. Tienen muchísimo sabor y nos aportan muchos más beneficios a nivel nutricional que el pan blanco.

Estas tostadas o tostas de pesto de calabacín y huevo revuelto las puedes tomar en frío o calientes con el pan recién tostado. Yo te recomiendo tostarlo aunque luego lo vayas a tomar en frío, porque el pan estará más crujiente.

Si te parece bien, pasamos a la receta.

-Bate los huevos con una una pizca de sal, añádelos en una sartén con un poco de AOVE a fuego medio. En cuanto los pongas en la sartén no dejes de remover. Cuando notes que empiezan a cuajar un poco, retira la sartén del fuego y pasa a un plato. Deben quedar jugosos.

-Tuesta un poco el pan para que quede más crujiente.

-Unta la base del pan con un poco de pesto, encima los huevos revueltos y decora con rúcula fresca y lascas de queso.

-Y listo!

Si te sobra bastante cantidad de pesto de calabacín, guárdala en un tarro de cristal. Asegúrate que quede cubierta de aceite para evitar que se seque y consérvala en nevera máximo una semana. Si vas a tardar más en consumirla puedes congelarla.

Las tostas están mucho mejor recién hechas. El huevo revuelto recién cocinado queda muy jugoso y cuando enfría pierde la textura, aunque de sabor continua estando riquísimo. Si preparas varias tostas y sobran, envuélvelas en film y conserva en nevera un máximo de 2-3 días.

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