Receta de mazamorra cordobesa: La crema fría que refresca el verano

Cuando el calor aprieta de verdad en Córdoba, hay un plato que nunca puede faltar: la mazamorra. Refrescante, sencilla y llena de tradición, esta sopa fría es todo un clásico que muchos todavía no conocen, y sería una gran alegría que más gente la descubriera. Si aún no la has probado ni siquiera has oído hablar de ella, quédate un momento, te vas a sorprender lo especial que puede ser algo tan sencillo.

Mazamorra cordobesa: historia y tradición

La mazamorra cordobesa es una sopa fría emblemática de Córdoba, en Andalucía, con raíces que se hunden en la antigüedad, muy probablemente hasta la época romana. Mucho antes de la llegada del tomate a la península ibérica, las gentes de la región elaboraban platos sencillos y sustanciosos a partir de los ingredientes más accesibles: pan, ajo, aceite de oliva, vinagre y agua. Curiosamente, en sus versiones más humildes y antiguas, la mazamorra no incorporaba almendras, sino que se preparaba con haba seca o harina de haba, un recurso barato y frecuente entre las clases populares. Con el paso de los siglos y la influencia andalusí, la receta fue adquiriendo mayor riqueza gracias a la adición de almendras, que cambiaron por completo su textura y sabor, convirtiéndola en una crema delicada, suave y refrescante, perfecta para sobrellevar los intensos veranos del sur de España

A lo largo de los siglos, la mazamorra fue considerada un plato de aprovechamiento, consumido principalmente por las clases populares debido a la accesibilidad y durabilidad de sus ingredientes. Sin embargo, en el siglo XX comenzó a ganar reconocimiento como un emblema de la gastronomía cordobesa, siendo revivida y reinterpretada tanto por cocineros tradicionales como por chefs contemporáneos.

Su presencia en la cultura local es tan sólida que continúa siendo una joya gastronómica que representa la historia y la identidad de Córdoba.

Relación y diferencias entre la mazamorra y el ajoblanco

Aunque la mazamorra y el ajoblanco comparten ingredientes fundamentales —almendras crudas, pan, ajo, aceite de oliva virgen extra, vinagre, agua y sal— sus diferencias se encuentran en las proporciones y en la textura final de cada plato.

El ajoblanco, conocido también como “gazpacho blanco”, es una sopa fría más líquida y ligera, pensada para servirse como una bebida o crema ligera. Por el contrario, la mazamorra es mucho más espesa y densa, casi una pasta cremosa que se consume con cuchara.

Esta diferencia fundamental se debe a la cantidad de agua y pan que cada receta lleva. La mazamorra utiliza menos agua y más pan, obteniendo así esa textura compacta que la vuelve más saciante y sustanciosa. Además, tradicionalmente la mazamorra se sirve acompañada de huevo duro picado y aceitunas negras, mientras que el ajoblanco suele acompañarse con uvas o melón, realzando así cada uno su carácter propio.

Por otro lado, la mazamorra es considerada un plato precursor del salmorejo, ya que con la llegada del tomate se modificó la receta original para crear la versión más conocida hoy en día, mientras que el ajoblanco mantiene la esencia original del majado frío de almendras. Ambos platos son testimonios vivos de la riqueza culinaria andaluza y su capacidad para adaptarse a influencias y tiempos.

Cómo preparar mazamorra cordobesa: receta tradicional

A continuación, te comparto una receta tradicional para preparar mazamorra cordobesa, ideal para disfrutar en los meses de calor:

Ingredientes:

  • 200 gramos de almendras crudas y peladas
  • 150 gramos de pan blanco (preferiblemente pan de telera o similar), remojado en agua
  • 1-2 dientes de ajo (ajusta según tu gusto)
  • 100 ml de aceite de oliva virgen extra
  • 30 ml de vinagre de vino blanco
  • 250 ml de agua fría (puedes ajustar para obtener la textura deseada)
  • Sal al gusto
  • Para servir: huevo duro picado y aceitunas negras

Elaboración:

  1. Remoja el pan en agua hasta que esté bien blando y escúrrelo ligeramente.
  2. En un vaso de batidora potente, tritura las almendras junto con el pan remojado, los dientes de ajo y una pizca de sal hasta obtener una pasta espesa y uniforme.
  3. Sin dejar de triturar a baja velocidad, incorpora el aceite de oliva poco a poco para emulsionar la mezcla.
  4. Añade el vinagre y poco a poco ve agregando el agua hasta lograr la textura cremosa deseada; para la mazamorra es más espesa que el ajoblanco, así que no añadas demasiada agua.
  5. Ajusta de sal y mezcla bien.
  6. Déjala enfriar en la nevera al menos un par de horas antes de servir.
  7. Sirve la mazamorra en platos o cuencos y acompáñala con huevo duro picado y aceitunas negras.

Como una imagen vale más que mil palabras, nada mejor que ver cómo se prepara la mazamorra de la mano de un experto. En este vídeo del programa “Aquí la Tierra”, te muestran todos los pasos para hacer esta receta tradicional… ¡y te aseguro que dan ganas de probarla solo con verlo! Dale al play y descubre todos los trucos para preparar una auténtica mazamorra en casa.

Ahora que conoces la mazamorra, su historia y una receta tradicional para prepararla, solo queda animarte a probar esta joya de la gastronomía cordobesa en casa. No importa si eres un experto cocinando o si es tu primera vez, esta sopa fría es sencilla, deliciosa y perfecta para refrescar cualquier día caluroso.

¡Buen provecho y hasta la próxima receta!

Imagen principal pedrochesgastronomia

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