Técula Mécula, la joya dulce de Extremadura que debes conocer

Si creías que lo habías visto todo en el mundo de los postres, espera a conocer esta maravilla con nombre propio: Técula Mécula. No, no es el personaje de un cuento ni el título de una serie de Netflix, pero bien podría serlo. ¿Te imaginas entrar en una pastelería de Extremadura y pedir algo que suena a trabalenguas? Pues eso es lo que pasa la primera vez que te topas con esta tarta única.
Orígenes legendarios e historia
La Técula Mécula es el pastel insignia de la localidad de Olivenza, en la provincia de Badajoz, Extremadura. Su receta, rescatada y guardada con celo por la famosa Casa Fuentes desde hace más de 80 años, tiene un aura casi mítica. Se cuenta que la receta original fue entregada por un viajero portugués a la familia que aún regenta la pastelería. Desde entonces, se ha convertido en un emblema que une dos culturas, la española y la portuguesa, como muestra también la historia peculiar de Olivenza, ciudad fronteriza con Portugal.
La popularidad del dulce creció con el boca a boca y se expandió por toda Extremadura, aunque la verdadera Técula Mécula continúa siendo patrimonio de Olivenza. La receta continúa protegida como un secreto familiar que va pasando generación tras generación, y su degustación se ha convertido en una experiencia que todo visitante debe probar.
Técula Mécula, un nombre con historia
Si ya el dulce sorprende, su nombre no se queda atrás. “Técula Mécula” no tiene traducción exacta en castellano, pero según las versiones más aceptadas entre los propios oliventinos, proviene de una expresión latina vulgar, y podría significar “para ti, para mí”, resaltando el espíritu comunitario del postre. Se dice que al compartirlo, se refuerza la idea de que las mejores cosas se disfrutan en buena compañía.
La Técula Mécula es también protagonista en anécdotas locales y fiestas populares, y sirve de símbolo de la hospitalidad de Olivenza. Aunque no existe un festivo concreto dedicado a este pastel, suele aparecer en las fiestas patronales, bodas y celebraciones familiares como el dulce de ocasión por excelencia.
Ingredientes y esencia del Técula Mécula
La receta original lleva solo unos pocos ingredientes: almendras, yema de huevo, azúcar y una base de hojaldre. Sin embargo, la magia reside en su perfecta combinación y en la calidad de la materia prima. Algunas variaciones incluyen manteca de cerdo y canela, aunque en Casa Fuentes se preserva la fórmula clásica. El resultado es una tarta de textura suave, intensa en sabor y con un equilibrio magistral entre dulzor y aroma.
Este postre ha sido comparado con otras tartas tradicionales como la de Santiago, pero su toque extremeño y su presentación –con el nombre grabado en chocolate – le dan una personalidad propia que lo diferencia.
Una versión de la receta de Técula Mécula
¿Preparados para poner en práctica un dulce clásico que guarda siglos de historia y tradición?
Ingredientes
- 300 g de almendra molida
- 150 g de mantequilla (puede usarse manteca de cerdo)
- 300 g de azúcar
- 150 ml de agua
- 4 yemas de huevo
- 2 claras de huevo
- Un poco de harina (cantidad suficiente para obtener una textura suave y compacta, aproximadamente 40-60 g)
- 1 lámina de masa quebrada o de hojaldre
Preparación
- Prepara un almíbar de punto fuerte con los 300 g de azúcar y 150 ml de agua. Reserva.
- En un cazo, mezcla bien la almendra molida con la mantequilla. Cuando esté bien integrada, añade las yemas y claras batidas previamente.
- Agrega esta mezcla al almíbar y añade la harina poco a poco, batiendo hasta lograr un relleno suave y compacto.
- Forra un molde con la lámina de masa quebrada o hojaldre. Vierte el relleno sobre la base.
- Hornea a 180 ºC durante unos 20-25 minutos, hasta que el relleno esté cuajado y ligeramente dorado.
- Deja enfriar bien antes de desmoldar y decora al gusto, tradicionalmente con chocolate formando el nombre «Técula Mécula».
Para completar esta experiencia, quiero compartir con vosotros un vídeo muy especial donde uno de los nietos de Celestina y Juan, los fundadores de Casa Fuentes en Olivenza, nos guía por la elaboración tradicional de la Técula Mécula. Junto a sus trabajadores, nos cuentan con detalle la historia familiar y el cuidado con el que preparan este dulce icónico desde hace más de 80 años.
Es una oportunidad única para asomarse a la cocina de esta pastelería con tanta tradición y ver cómo un legado familiar se transmite de generación en generación, manteniendo viva la receta original y el amor por la repostería extremeña.
Otras delicias extremeñas
Además de la Técula Mécula, Extremadura es una tierra con una rica tradición repostera que ofrece sabores únicos para quienes quieran seguir descubriendo. Dulces como las perrunillas, las flores, el bollo de higo o la tarta de castañas de Jaraíz son solo algunas de las deliciosas especialidades que merecen un lugar en cualquier mesa.
Si te ha gustado esta introducción a la Técula Mécula, no te pierdas las delicias que están por venir, donde también entrelazaremos los sabores y la historia en cada bocado.
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