Los dulces tradicionales siempre triunfan

En España hay un periodo donde la pastelería alcanza su máximo apogeo, la Cuaresma. Durante esos días las pastelerías disponen de una gran variedad de dulces tradicionales.

Hoy en día son pocas las personas que guardan ayuno y abstinencia durante los 40 días que dura la Cuaresma. Antiguamente lo realizaban todos a partir de los 7 años, y las torrijas, pestiños y demás se preparaban más por necesidad que por costumbre, pues se convirtieron en el bocado energético necesario para sobrellevar el día a día.

En cada rincón del país tienen sus propios dulces tradicionales de Cuaresma, todos ellos diferentes entre sí pero con un origen en común: la unión entre la cultura árabe y cristiana.

Los dulces tradicionales más populares en semana santa

Andalucía es quizá una de las comunidades autónomas donde se vive con más pasión la Semana Santa. De hecho en Málaga, Granada y Sevilla la declararon de Interés Turístico Internacional.

De allí son famosos los milindricos, que tienen forma de roscos; las alpisteras, unos dulces crujientes con forma de rombo cubiertos de glasa y los bollos de arcos, que son como una especie de masa de pan aromático. Estos 3 dulces son los más viejunos, pero siguen siendo los más solicitados y sólo se pueden encontrar en determinados obradores.

Aunque hoy en día muchas pastelerías se han modernizado y gracias a internet puedes comprar pasteles online o cualquier tipo de dulces desde la otra punta del país.

Otro de los dulces tradicionales de semana santa en Andalucía son los pestiños, que como la mayoría, tienen una clara influencia musulmana, pero también guardan un vínculo muy estrecho con otras culturas. Los puedes encontrar en algunas zonas rellenos de cabello de ángel, conocidos también como borrachuelos.

Los gañotes: su elaboración es similar a los pestiños pero a diferencia de estos no se bañan con miel y tienen una forma de serpentina muy particular.

El hornazo dulce de Pascua es otro dulce típico de la provincia de Cádiz. Es una especie de bollo redondo dulce al que se le añade un huevo duro en medio. Es casi idéntica tanto por los ingredientes como por el resultado a la mona de pascua valenciana.

Y hasta aquí los dulces tradicionales de la zona de Andalucía, que como comentaba antes, los podrás encontrarás en las pastelerías a pie de calle u online como en la confitería Daver.

En Extremadura, Castilla La Mancha y otras partes de España se suelen preparar las flores fritas de Semana Santa. Para hacerlas se necesita un molde especial, que en la antigüedad se solía legar de madres a hijas en compañía de la receta.

En Asturias el dulce típico de Semana Santa se llama Casadielles. Son como una especie de rollito de primavera que se fríe y se rellena con una mezcla hecha de nueces molidas, azúcar, licor de anís dulce y mantequilla. Quedan crujientes y muy ricos.

En ciudades de Castilla y León como Palencia y Valladolid así como en alguna zona del País Vasco, el dulce tradicional de semana santa es la leche frita. Aunque en Valladolid el más conocido y original es el pastel penitente, un especie de muñeco con capuchón y capa que representa a un penitente en una procesión de Semana Santa. Hecho con crema Chantilly, crema pastelera, nata montada, bizcocho y fondant entre otros ingredientes.

En Murcia el paparajote es el postre más popular y son hojas de limonero rebozadas que se fríen y se espolvorean con azúcar lustre y canela.

En Cataluña es muy tradicional la mona de Pascua, aunque es bastante diferente a la mona de Pascua valenciana ya que se trata de una especie de tarta decorada con huevos de chocolate, figuras, pollitos y plumas de colores. Así como también els bunyols de l’Empordà que tienen como particularidad que se mojan con un poco de anís dulce tras freírlos y dejarlos entibiar un poco y después se rebozan con azúcar.

En la Comunidad Valenciana también tenemos una gran variedad de dulces típicos como el pan quemado, la mona de Pascua, el arnadí, los pastissets de boniato, los rollitos de anís, la torta de pasas y nueces, las clásicas torrijas, las figues albardaes, los buñuelos de viento y la almoixàvena.