La carne y la piedra: como cocinar con piedras para asar carne

La cocción a la piedra es una técnica de cocina ancestral que consiste en cocinar la comida sobre una piedra caliente. Se trata de un método de cocción muy sano, ya que se evita el contacto directo de los alimentos con el aceite o la grasa. De esta forma, se reduce la cantidad de calorías y grasas saturadas que se consumen. 

Además, cocinar a la piedra es una forma muy divertida de preparar la comida. Se pueden utilizar diferentes tipos de piedras, como la piedra volcánica, la piedra basáltica o la piedra de granito. Cada una de ellas aporta un sabor y una textura únicos a los alimentos. Siendo especialmente populares las piedras para asar carne, por el toque único que aportan en el proceso de cocción.

La mejor piedra para cocinar a la piedra es la piedra volcánica. Esta piedra se caracteriza por su gran capacidad para absorber y almacenar el calor. Además, es muy resistente y no se deteriora con el uso. 

Para cocinar a la piedra, necesitaremos calentarla. Para ello podemos utilizar diferentes técnicas: al horno, mediante fuego directo, con quemadores de alcohol o gas o mediante resistencias eléctricas, en el caso de que la piedra las incorpore.  

La opción más recomendable es el horno, puesto que de esta manera conseguiremos una distribución uniforme de la temperatura por toda la superficie. 

Una vez alcanzada la temperatura requerida, simplemente colocaremos los alimentos sobre la piedra caliente y los cocinaremos durante el tiempo necesario. 

Los alimentos más adecuados para cocinar a la piedra son la carne, el pescado, las verduras y las patatas. Se pueden cocinar de forma individual o en platos combinados. 

Para cocinar la carne, se debe calentar la piedra a una temperatura de 200ºC. Se coloca la carne sobre la piedra y se cocina durante unos minutos. Es recomendable voltearla con frecuencia para evitar que se queme. Luego, se retira la carne de la piedra y se deja reposar durante unos minutos antes de servir. 

La carne a la piedra se popularizó en el siglo XX gracias a los restaurantes de carne asada que comenzaron a surgir en todo el mundo. La carne a la piedra se cocina a una temperatura muy alta, lo que la hace muy jugosa y sabrosa. Se puede cocinar cualquier tipo de carne a la piedra, pero los cortes más populares son la chuleta, el bistec y el filete. En cuanto a las variedades, podemos elegir cualquiera de ellas en función de nuestras preferencias: pollo, cerdo, cordero, ternera…

Para cocinar el pescado, se debe calentar la piedra a una temperatura de 150ºC. Se coloca el pescado sobre la piedra y se cocina durante unos minutos. Luego, se retira el pescado de la piedra y se deja reposar durante unos minutos antes de servir. 

En cuanto a las verduras, se recomienda tener la piedra a una temperatura de 100ºC. Se colocan las verduras sobre la piedra y se cocinan durante unos minutos. Se retiran las verduras de la piedra y dejamos que se atemperen. El tiempo de cocción dependerá del tipo de verdura y del corte que hayamos utilizado.

Las cantidades por persona no deben ser diferentes a las de cualquier otro método de cocinado. Aunque al tratarse de una técnica que invita a compartir y a celebrar, es posible que a los comensales les apetezca repetir. 

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